Italia, cuna de tan maravillosa creación, los gelatos! Así como la pasta, el helado (perdón, el gelato!) es una deliciosa tradición de la cocina italiana. Se observan muchas personas, locales y turistas, comiendo gelato en las calles, y antojando a más de uno, y se encuentran gelaterías en cada esquina! Uno de mis objetivos en mi paso por Italia, era encontrar las mejores gelaterías. Comer helado, es para mi un delirio y una pasión!
En Roma, descubrimos una gelatería de lujo, Riva Reno, alejada un poco de los sitios turísticos, y en donde claramente, los romanos, me refiero a los locales y no a los turistas, iban a comer helado; no olvidaré el sabor de su helado “Alicie” elaborado a base de mascarpone y crema, servido en cono con chocolate caliente en el interior y coronado con un poco de panna (crema). Regresamos unas tres veces al mismo sitio a comer helado, ya nos conocían!
Nos llamó mucho la atención como en las ciudades intermedias que visitamos, encontramos diferentes gelaterías tipo gourmet, decoradas con mucho estilo y diseño, con llamativas vitrinas y marcas bien elaboradas. Provocaba entrar y fueron pocas las veces que evité la tentación!
En Ravenna, una ciudad que nos encantó, encontramos la gelatería Caovur, su vitrina era de exposición, allí probamos dos de sus especialidades, uno consistía en una combinación de tres tipos de chocolates, y el otro de crema, vainilla y cereza, creativamente servidos en vasos individuales y su sabor y suavidad, sencillamente indescriptibles!
En Vicenza nos comimos unos deliciosos “ejemplares” de fondue de chocolate y chocolate con leche en una gelatería de mucha tradición en Italia en la confección de chocolates finos, su nombre: Venchi.
Podría seguir la lista, solo resalté los que me hicieron cerrar los ojos y saborear muy despacio. Fueron muchísimos los helados que degusté, casi una adicción, me dediqué a “catar” las diferentes versiones en las ciudades que visitamos.
Un dato final: ¿De dónde provienen los gelatos? Existen registros históricos que consideran que en la antigua Grecia o en Roma los corredores llevaron nieve del monte Etna a Taormina o Catania para ser saborizados con frutos secos o frutos del bosque y miel. Un lujo reservado para los aristócratas. En el siglo IX los árabes introdujeron la caña de azúcar, y esto revolucionó la cocina siciliana. Antes del siglo IX la miel local comenzó a utilizarse para endulzar los sorbetes y los helados. El gelato siciliano como se nos ha vendido a nosotros, es probablemente un invento árabe basado en un sorbete con caña de azúcar, aunque sus orígenes más tempranos son claramente romanos.
En Italia, todo tiene su historia, hasta los gelatos!
Mónica
Viajando el MUNDO 